
Portada del libro "Mujeres en la cima del mundo". Cortesía Roca Editorial.
“Mujeres en la cima del mundo” cuando toman el control de su sexualidad
Cuando las mujeres deciden tomar la iniciativa de explorar su sexualidad y de tener el control sobre ella sin duda “suceden cosas maravillosas”, asegura la escritora, actriz y activista británica Lucy-Anne Holmes, autora de Mujeres en la cima del mundo. Lo que piensan las mujeres mientras practican sexo, un título que ha publicado recientemente en España Roca Editorial y que reúne las experiencias sexuales más íntimas de 51 mujeres de todo el mundo.
Heterosexuales, homosexuales, bisexuales, queer, monógamas, poliamorosas, aquellas que se identifican como mujeres no binarias y transgénero de países como Reino Unido, Líbano, China, Ecuador, Filipinas, Australia, Rusia y otros cuentan en primera persona momentos de libertad y miedo que han marcado sus vidas y sus relaciones y cómo la sociedad en la que les tocó nacer o vivir ha influenciado en la forma en la que miran a la sexualidad.
“Muy a menudo, la sexualidad es una parte no reclamada de nosotras mismas y, por lo tanto, al no haberla explorado, no nos sentimos completas. Para muchas mujeres, la sexualidad es la pieza faltante de su desarrollo personal, y al traer esta parte de sí mismas a casa, pueden vivir más, plenas y libremente”, explica a Efeminista la autora, conocida por fundar en 2012 la campaña No More Page 3, que convenció a los propietarios y editores del periódico británico The Sun de que retiraran una página que mostraba fotos de modelos en topless.
Las historias también están acompañadas por ilustraciones realizadas por artistas de gran talento y vanguardia de todo el mundo, tanto hombres como mujeres, que tienen una visión positiva del sexo y que transmiten la variedad de emociones contenidas en estas revelaciones íntimas.
La obra ayuda a saciar la sed de narrativas para mujeres escritas por mujeres sobre sus viajes de autodescubrimiento sexual.
Las “Mujeres en la cima del mundo”
Holmes da voz a mujeres de todas las edades y condiciones sociales que relatan vivencias de empoderamiento, naturalidad y liberación personal, pero también incómodas, de rechazo a su propio cuerpo y marcadas por el desconocimiento o el estigma.
“Debido a que el sexo es tan tabú tendemos a evitarlo, así que creo que para romper este tabú debemos enfrentar el tema del sexo, explorarlo en nuestra propia vida y definitivamente hablar sobre nuestras experiencias, sentimientos y hallazgos en lo que respecta a la sexualidad”, afirma la autora.
Romper ese estigma es lo que VI, de 25 años y de la India, decidió hacer tras escuchar que la cantante Cardi B dijo en un programa de televisión que ella se daba placer cuando un hombre no lo hacía. “Me di cuenta de que podía buscar placer en el sexo y decidí que a partir de entonces mi goce iba a ser el centro de mi vida sexual, y que el dolor, a menos que yo lo deseara, no tendría lugar en ella”, cuenta.
Olga, una rusa de 29 años, también relata que decidió empezar a explorar su cuerpo pues siempre pensó que tenía alguna enfermedad que le impedía tener orgasmos. En su país no enseñan sobre sexualidad y tenía una diferencia de edad muy grande con su madre. “No quería hablarme ni de sexo ni de novios, de modo que me lo tenía que imaginar todo. Perdí la virginidad a los diecinueve; me dio todo mucho miedo”.
Luego de decidir ser sincera con ella misma, hizo lo mismo con su novio y le habló de las cosas que le gustaban y las que no. “Recuerdo que me puse a temblar, pero seguramente fue lo más valiente que he hecho en mi vida personal. Estoy muy contenta porque entonces él también me dijo que le pasaba una cosa rara”, menciona.
“Una vez que las mujeres hemos experimentado nuestro propio poder y placer sexual, ¡somos bastante difíciles de controlar! Es posible que descubramos que marchamos más al ritmo de nuestro propio tambor, podemos sanar y crecer, y nos sentimos más ligeras, más valientes y más audaces para salir al mundo y perseguir nuestros deseos y sueños”, dice Holmes.

La escritora Lucy-Anne Holmes, autora de Mujeres en la cima del mundo. EFE/Laura Dodsworth
“Necesitamos seguir hablando de violencia sexual”
Algunas de las participantes del libro también comparten con la autora experiencias muy dolorosas de violencia sexual.
Una de ellas es Wambui, de 32 años y de Kenia, quien cuenta que le practicaron la ablación en el 2000, como parte de un “rito de iniciación”. Eso afectó su vida y con frecuencia la hacía sentir “menos humana”. “”Ya no tienes clítoris, ahora eres una mujer”. Pero no me dieron ningún consejo; nadie habló conmigo sobre el tema. Ni siquiera ahora, nunca he oído a ningún miembro de mi familia pronunciar la palabra “sexo””, confiesa.
Wambui se sometió a una cirugía reconstructiva que fue como “un renacimiento” y que le permitió “derribar los muros de las restricciones y creencias religiosas”.
Holmes dice que las historias del libro representan las estadísticas sobre violencia sexual que hay en el mundo (una de cada tres mujeres la ha sufrido), y que leer estas historias puede ser “desgarrador y enfurecedor”. “Sin embargo, lo que creo que es tan maravilloso de este libro es lo triunfantes que son las mujeres y lo generosas que son para compartir sus historias y las formas en que han afrontado sus experiencias. Revelan la forma en que han llegado a encontrar placer en el sexo y creo que eso es realmente inspirador”.
Además, asegura sentirse complacida de que el mundo esté teniendo más conversaciones sobre violencia sexual y que se publiquen más libros sobre este tema. “Necesitamos seguir teniendo estas conversaciones, no solo hablando de estadísticas y enmarcando el tema en términos de víctimas y perpetradores, sino discutiendo los impactos que la violencia sexual puede tener en las personas, cómo pueden sanar y cómo las parejas pueden apoyar a un ser querido que ha sufrido abuso”.
La fuerza del movimiento feminista
La escritora también asegura que el feminismo y las redes sociales han ayudado a dar voz a las mujeres “cuando antes no la tenían”.
Un ejemplo del poder de ambos, afirma, fue el movimiento #MeToo, que nació en 2017 para denunciar la agresión sexual y el acoso sexual, a raíz de las acusaciones de abuso sexual contra el productor de cine y ejecutivo estadounidense Harvey Weinstein.
“#MeToo fue un ejemplo increíble de esto, donde finalmente tuvimos la sensación de “No soy la única y no es mi culpa“. Y se necesitó mucha valentía para compartir historias de abuso y agresión, especialmente cuando hasta ahora el discurso general sobre estos incidentes era culpar a la víctima, “Ella lo estaba pidiendo, ¿qué llevabas puesto?, ¿Cómo te comportaste?, ¿Habías estado bebiendo?””, expone.
Holmes cree que que los hombres puedan leer estos relatos tan íntimos sobre la sexualidad puede ser muy esclarecedor para ellos. Algunos de sus lectores, de hecho, ya le han dicho que han aprendido cosas y muchos que se sintieron conmovidos por las historias que contenían violencia sexual.