jugadoras fútbol España selección

Foto de archivo del entrenador de la selección española de fútbol femenino, Jorge Vilda (c). EFE/Miguel Toña

Jugadoras de fútbol de España piden cambios para volver a la Selección

EFE | Madrid - 23 septiembre, 2022

Quince jugadoras de la Selección de Fútbol de España han pedido que no se las vuelva a convocar “hasta que no se reviertan situaciones que afectan” a su “estado emocional y personal”, a su “rendimiento y a los resultados de la Selección; situaciones que podrían derivar en indeseables lesiones”.

Lo han aclarado por medio de un comunicado publicado en sus cuentas de Twitter, al que se ha sumado la jugadora de Barcelona y Balón de Oro, Alexia Putellas, y como respuesta a lo que ha difundido durante estos días la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que ha ratificado además su confianza en el seleccionador Jorge Vilda.

“Las jugadoras lamentamos, en primer lugar, que la RFEF haya hecho pública, de forma parcial e interesada, una comunicación privada, con información que afecta a nuestra salud – que es parte de nuestra intimidad-, remitida en respuesta a la petición de la propia Federación de conocer quiénes de nosotras queríamos no ser convocadas. Comunicación de la que, por cierto, no hemos recibido respuesta en forma”, destacan en referencia a los mails que dice la RFEF que recibió de las futbolistas.

“En segundo lugar, en ningún caso hemos renunciado a la Selección Española de Fútbol tal y como señala en su comunicado oficial la RFEF. Como dijimos en nuestra comunicación privada hemos mantenido, mantenemos y mantendremos un compromiso incuestionable con la Selección Española”, prosiguen en el texto difundido.

Jugadoras de fútbol de España piden cambios

Las futbolistas aseguran que quieren “una apuesta decidida por un proyecto profesional en el que se cuiden todos los aspectos para sacar el mejor rendimiento a un grupo de jugadoras con las que consideramos que se pueden conseguir más y mejores objetivos”. Y que su intención no es entrar en “guerras públicas”, sino que desean “lo mejor para la RFEF, para la Selección Femenina y para nosotras en particular”.

Asimismo, reiteran, como ya hiciesen cuando estalló la brecha con el seleccionador Jorge Vilda, que nunca han pedido el cese de éste: “Entendemos que nuestro trabajo no es en ningún caso elegir dicho cargo, pero sí expresar de forma constructiva y honesta lo que consideramos puede mejorar el rendimiento del grupo”.

“¿Alguien puede pensar que, a ocho meses de un Mundial, un grupo de jugadoras de máximo nivel, que es lo que nos consideramos, se plantean esta decisión, como se ha dado a entender públicamente, como un capricho o un chantaje?”, destacan.

También exponen las consecuencias que para ellas tiene esta decisión: “Solicitando no ser convocadas, penalizamos nuestra carrera profesional, nuestra economía y por supuesto seguir construyendo algo importante en el fútbol femenino. Porque llegar a donde estamos ahora mismo ha costado años de esfuerzo de muchas personas. Y todavía quedan muchas cosas por mejorar como se está demostrando recientemente”.

“Desde nuestra ambición como jugadoras, luchadoras y ganadoras tan solo deseamos poder volver a conseguir los máximos éxitos profesionales y personales. Por último, pero no menos importante, no vamos a tolerar el tono de infantilización con el que la RFEF concluye su comunicado”, añaden.

Por último, apuntan: “Lamentamos que en el contexto del deporte femenino tengamos que llegar a este extremo, como por desgracia ha sucedido en otras selecciones y otros deportes históricamente a nivel mundial, para conseguir avanzar en un proyecto profesional potente y ambicioso para el presente y para futuras generaciones”.

Los antecedentes en la Selección

Esta situación llega después de que, durante la última concentración del combinado nacional en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para disputar los encuentros de clasificación para la Copa del Mundo del 2023 ante Hungría y Ucrania, se publicaran informaciones sobre un supuesto descontento de las jugadoras con el entrenador.

La primera en mostrarlo fue una de las que no estuvo incluida en la lista para esos partidos, Nerea Eizagirre. La jugadora de la Real Sociedad, quien no se encontró entre las elegidas para disputar la Eurocopa de Inglaterra, hizo patente su malestar con el trabajo realizado desde el banquillo durante una entrevista.

Preguntado Vilda al respecto durante la rueda de prensa en la que anunció la convocatoria para los enfrentamientos contra húngaras y ucranianas el 26 de agosto, respondió: “Me sorprende. Es una jugadora a la que tengo especial cariño. Ha jugado diez partidos con la absoluta, ha venido a casi todas las convocatorias. Me sorprende que diga que hay compañeras que han jugado menos y que ella no ha estado, supongo que será por la frustración y las ganas”, señaló.

En su momento aquella discrepancia parecía un caso aislado pero bastó con esperar hasta los primeros compases de la convivencia para que desde los medios comenzase a informarse de una gran brecha entre el vestuario y el técnico.

La actuación en el torneo continental, que acabó para España en cuartos tras caer derrotada contra la anfitriona Inglaterra, y las desavenencias con algunos aspectos relativos a la metodología de trabajo de Vilda y su cuerpo técnico parecían encontrarse entre los motivos.

Finalmente las dos partes salieron a dar la cara, por separado, en rueda de prensa. El preparador lo hizo para decir que tenía ‘más ganas y más fuerza que nunca de seguir trabajando’, escenificar su malestar con las filtraciones sobre el contexto de tensión, defender a su cuerpo técnico y reflejar su deseo de reconducir la situación.

Por su parte las capitanas Irene Paredes, Jenni Hermoso y Patricia Guijarro, representantes de un equipo que estuvo arropándolas a su lado durante su comparecencia, afirmaron que no habían pedido la destitución del entrenador y que en representación del grupo habían transmitido a Vilda y a la federación su sentir.

De esta manera pareció zanjarse un ‘conflicto’ que no se vio reflejado en el terreno de juego ya que España ganó con solidez sus dos partidos, por 3-0 ante Hungría y por 5-0 frente a Ucrania. Además, en la posterior comparecencia ante los periodistas se trató de transmitir un clima conciliador desde un bando y otro.