
Un grupo de periodistas observa una de las obras de la primera edición de la Bienal de Rabat. EFE
Las mujeres tienen la palabra en la primera Bienal artística de Rabat
Las mujeres artistas son las protagonistas de la primera edición de la Bienal de Rabat, que este martes abre sus puertas al gran público.
Esta bienal, que lleva preparándose un año, ha implicado a prácticamente todos los espacios artísticos de la capital marroquí, 17 en total, incluyendo museos, galerías de arte, fortalezas históricas, teatros y jardines públicos.
Su comisario, el argelino Abdelkader Damani, dijo que la bienal se va a semejar a “un archipiélago” de escenarios que por sí solos constituirán durante dos meses “un trazado de la cartografía cultural de la ciudad”.
64 artistas de 27 países
En total han sido invitadas 64 mujeres artistas de 27 países distintos “sin determinismo geográfico alguno”, recalcó Damani, quien puso el acento en que ha contado con libertad absoluta en la elección de las artistas y de las obras, dentro de un espíritu de “total subjetividad”.
Dentro del escenario principal, que será el Museo Mohamed VI de Arte Moderno y Contemporáneo (MMVI), habrá tres espacios llamados “Carta blanca”, donde la bienal ha dado libertad a tres artistas para que monten exposiciones colectivas de arte marroquí de tres disciplinas: artes plásticas, cine y literatura.
Y es que la bienal quiere ser algo más que una suma de espacios pictóricos, pues quiere dar la palabra -oral o visual- a escritores y cineastas que de forma regular durante estos dos meses mostrarán su obra en distintos momentos, casi siempre abiertos al gran público.
Damani, que ha comisariado antes otras famosas bienales como la de Lyon en Francia o la de Dakar en Senegal, dijo que en esta ocasión quiere que la de Rabat sea un foro donde no solo se muestren obras, “sino el proceso de creación de la misma obra”.
Además -resaltó-, la bienal no quiere caer en ningún orientalismo, sino bien al contrario, contribuir a dejar claro que Rabat, como Marruecos en general, “no es el oriente” como erróneamente se percibe en Europa o América, sino que es “otro occidente, nuestro propio ‘far west'”.
La Bienal de Rabat, que sucede a otras bienales celebradas anteriormente en Marrakech o Casablanca, pero que no han tenido continuidad, cuenta en esta ocasión con el patrocinio del rey Mohamed VI, uno de los mayores coleccionistas de arte del país y que por sí mismo garantiza la continuidad de este evento, llamado a ser una referencia en África.