Andar es vivir

La peregrina Aida Herreros en el camino, junto a la portada de su libro - Aida Herreros

“Andar es vivir”, el diario de una peregrina a pie por el Camino del Norte

María G. de Montis | Madrid - 13 diciembre, 2021

Caminar es placentero, pero no tiene por qué ser fácil, especialmente si estás enferma y lo haces sin compañía. Es el caso de la periodista y profesora Aida Herreros, que empezó el Camino de Santiago en 2013 y que, debido a algunos problemas de movilidad, no lo terminó hasta 2020. Sin embargo, la cántabra no tenía prisa: “Hasta que me muera, tengo tiempo de hacer el Camino tantas veces como quiera”, apunta en una entrevista con Efeminista.

Lo que ha llevado a este mujer, peregrina convencida, a recorrer el Camino del Norte sin la compañía de ningún amigo o conocido durante siete años es, precisamente, “poder tener tiempo a solas es un privilegio entre tanto ruido”. Y de todos esos meses, repartidos a lo largo de casi una década, llevó un registro escrito que ahora comparte en forma de libroAndar es vivir. 

Un diario de viajes en el que Herreros (1962, Santander) regala sus experiencias, lecturas y encuentros con los miles de peregrinos que, como ella, siguen cada año las flechas amarillas hasta Santiago de Compostela. 

Sin pausa, pero sin prisa 

El caso de Herreros no dista del de otras peregrinas. Con su mochila a la espalda y la compostelana en el bolsillo, llegó al Camino en 2013 para “encontrarse y pensar”. “Yo no lo empecé por motivos religiosos, aunque me quedé por razones espirituales. Pensar que pisas lo que ha pisado tanta gente antes que tú, durante siglos… es muy especial”, cuenta Aida Herreros. 

Pero, para Herreros, que tiene varias enfermedades, lo espiritual no es necesariamente lo más importante del Camino 

“Para mí es fundamental que esté bien señalizado y tenga tantos alojamientos“, apunta. “Yo ando como puedo. Además, no tenía la posibilidad de irme uno, dos o tres meses… así que nunca me planteé hacer el camino de seguido”. 

“Caminar es un acto de resistencia”.

Y, aunque en todas las etapas del Camino del Norte ha andado sola, dice no haber sentido miedo nunca: “En el fondo, siempre vas acompañada. Es un sitio bastante seguro, aunque siempre tienes que tener cuidado”.

Un camino de siete años 

“El primer año sabía cuándo empezaba, pero no cuándo acababa: lo hacía cuando el cuerpo me decía ‘basta’”, añade. “Y luego, a lo largo de los años, he vuelto. Hacer el Camino es mi paréntesis, mi forma de tomarme unos días para mí”.  

“Siempre estoy deseando que llegue septiembre para volver al Camino”. 

Todos esos años se plasman ahora en este libro de viajes ilustrado por Sonia Piñeiro, que fue, durante muchos años, su profesora de dibujo. “Ella ha elaborado las guardas y las ilustraciones. Es un lujo”, asegura Herreros. 

En “las cosas del andar”, como define a su libro la propia Herreros, no ha estado sola. La han acompañado peregrinos y peregrinas, siempre dispuestos a regalar una porción de su intimidad, y autores como el pensador Thoreau, el novelista R.L. Stevenson o el periodista y escritor Josep Pla i Casadeval.

Y, si se le pregunta por sus planes para septiembre, lo tiene claro: hacer acopio de mudas, tiritas y cantimploras y volver al Camino. “Para el año que viene, pienso ir con una amiga que vive en A Coruña. Estoy pensando hacer el Camino inglés desde allí”, concluye.

Este no es el primer libro publicado por Herreros. Antes, editó Damas ilustres y mujeres dignas. Algunas historias extraordinarias del siglo XX en Cantabria (2007); Unate: los primeros 30 años contados por sus protagonistas (2008) y Nosotras/Gu geu. Mujeres en la cultura crítica (2017). En la actualidad, se dedica a impartir talleres de iniciación y animación a la escritura.